¿Quién llora a las putas?

Los lunes a la tarde
22 febrero, 2019

¿Quién llora a las putas?

Andrea Momoitio

Lola y María llevan años sin verse. Los primeros minutos del encuentro parecen tensos, pero quién sabe qué pasará por sus cabeza. María salió escaldada de la asociación en la que trabajaba Lola y, ahora, más de treinta años después, se permite hablar sin miedo de lo que sabe. “Es más importante la información que cualquier otra cosa. Necesitamos que la gente conozca qué recursos tienen”, asegura y, qué queréis que os diga, parece un reproche. Quién sabe qué pasará por su cabeza. Ambas llevan más de treinta años trabajando con mujeres que se dedican a la prostitución: “Es increíble todo lo que se habla de trata, pero como hay una dispersión jurídica importante, no hay recursos suficientes. Se tiene una idea muy equivocada de cuál es la realidad de estas mujeres”. En recurso distintos, treinta años después, ambas siguen trabajando para tratar de garantizar que la vida de las mujeres sea más digna. En este caso, las vidas de esas mujeres que se dedican a ocuparse. Esa es la manera sútil, la manera mentirosa, de decir que se dedicaban a la prostitución.

 

María llegó después, pero también conoce la historia del colectivo. En 1985, más o menos, nadie recuerda con exactitud las fechas, un grupo de personas decidieron juntarse para trabajar en torno a la prostitución. Entonces la prostitución era patrimonio de la calle Cortes, de la Palanca, lo que se dice que en algún momento fue el barrio chino de Bilbao aunque aquí hubo más putas que chinos. Cuentan que entonces las prostitutas estaban perfectamente integradas en la vida del barrio y aceptadas sin dificultad por sus vecinos y vecinas. Las pocas mujeres que hablan ahora de cómo era la vida entonces no tienen tan buenos recuerdos. Algunas no tienen ninguno. En la web de Askabide, una asociación del barrio que se dedica a trabajar con mujeres prostitutas, recogen que en los años 80, la mayoría de las mujeres que se dedicaban a ello eran mujeres de otros territorios del Estado español. ¿Por ejemplo? Marta, la discreta o María Isabel, la mujer cuya muerte provocó una huelga de prostitutas sin precedentes. La mujer que… hizo tantas cosas sin saberlo. “Esta etapa inicial está marcada por la escasez de cobertura social para este colectivo, así como por la aparición de la enfermedad de sida, en la que este colectivo se convirtió  inmediatamente en “grupo de riesgo”. El primer proyecto de la asociación, el centro de acogida, se ubica en la Calle Cortes nº5, como sede de la asociación en 1985”. Empezaron entonces a contactar con las mujeres en sus puestos de trabajo para, según recogen en su memoria, ayudarlas a “resolver cuestiones administrativas como empadronamientos, tarjetas sanitarias o ayudas económicas”. Ofrecían también servicios de asesoramiento jurídico o administrativo. Corrían años duros para las putas.

 

Lola y María hablan como si no hubiera nadie delante. Parecen competir por ver quién recuerda más anécdotas. Lola se marca un tanto: “¿No te acuerdas cuando hacíamos cortes de tráfico en la calle?”. No. No se acuerda. En los últimos años de la década de los 80, no saben por qué, un grupo de niños y adolescentes comenzaron a robar a las prostitutas cuando salían de la casas en las que estaban trabajando. Probablemente orquestados por algún adulto, trataron de sembrar el terror en un barrio acostumbrado al miedo. Las prostitutas, acompañadas por la asociaciones y probablemente por mujeres feministas, decidieron enfrentar esa violencia haciendo cortes de tráfico para llamar la atención de instituciones y de prensa. Nadie recuerda exactamente cuándo ocurrió esto y es prácticamente imposible entonces encontrar alguna referencia en la hemeroteca, pero Lola y María parecen recordarlo con total nitidez.

 

Eran años duros para las prostitutas de las Cortes. La muerte de María Isabel produjo un revuelo que no sabemos si fue tan tsunami como recoge la prensa, pero las prostitutas de Bilbao se alzaron varias veces en armas entre 1980 y 1990. El cadáver de Yolanda Ríos apareció  con un golpe en la cabeza en marzo de 1990 "Habría que haber investigado todos los hombres con los que estuvo aquel día, pero no se hizo", aseguró uno de los policías que llevó el caso. Pocos años después, en Madrid, Aracelli Guillén era asesinada brutalmente por un grupo de nazis. Ninguna de ellas tiene perfil en la Wikipedia.