Naike, Amaia y Jaione formaron parte de Pikarrai, un colectivo de lesbianas de Vitoria-Gasteiz ya desaparecido. Todavía tienen pendiente hacer la fiesta de despedida. Eran en torno a 10 jóvenes, que entonces vivían en la ciudad. Se conocieron militando en EHGAM, Euskal Herriko Gay-Les Askapen Mugimendua [Movimiento Gay-Les para la liberación de Euskal Herria], un colectivo mixto emblemático en Euskal Herria. Tras ciertos conflictos internos, apostaron por crear un colectivo sólo para lesbianas. Las eternas luchas de poder, que ellas tampoco supieron gestionar, entre colectivos de gais y lesbianas. Optaron por construir un cuarto propio. Pikarrai significa algo así como ‘despojadas’ o ‘desnudas’, aunque sea difícil estarlo cuando estás rodeada de amigas.
El impulso para poner en marcha el colectivo fueron las jornadas feministas en Granada, celebradas en 2009, que supusieron un revulsivo no sólo para ellas sino para todo el movimiento feminista del Estado español. El transfeminismo se coló con fuerza en la agenda. Hasta hoy. “El discurso trans que conocimos en Granada nos atravesó mucho. Es un planteamiento distinto al binario y normativo”, cuentan. Aquello sirvió para que centrasen muchos de sus debates en cuestiones relacionadas con las identidades y los cuerpos. Nada volvió a ser lo mismo en el feminismo desde Granada.
En el ámbito interno, durante los años en los que Pikarrai estuvo en activo, se juntaban para debatir, cuestionar y cuestionarse; para crecer y construir. Hacia dentro y hacia fuera. Todas las acciones que organizaron como colectivo fueron planteadas junto a otros grupos: la Asamblea de Mujeres de Álava; 7menos20 o Emeak, un colectivo de feministas muy jóvenes que se reunían en el Gaztetxe [espacio para jóvenes normalmente autogestionado] de la ciudad.
-¿No organizasteis ninguna actividad en solitario?
-No hemos sido muy públicas. No nos gustaba mucho.
-¿Por qué?
-Miedos internos, inseguridades. No nos creímos que podíamos hacer algo nosotras solas. Y, por otro lado, la constancia... digamos que no es nuestro punto fuerte
El grupo vivió una especie de “efecto espuma” porque empezaron “con mucha fuerza”, pero algún conflicto interno fue apagando el entusiasmo. Quizá el tema que más trabajaron fue la visibilidad lésbica, una cuestión central en la agenda del movimiento lesbofeminista. “Teníamos mucha necesidad, como jóvenes, de poder reivindicarnos y visibilizarnos como lesbianas”, cuentan. No sólo en la ciudad sino también dentro del propio movimiento feminista y, cómo no, del movimiento LGTB. Recuerdan, entre risas, la primera manifestación del Día Internacional del Orgullo LGTB a la que acudieron como colectivo y sus caras de incredulidad cuando vieron que otras compañeras, tras un taller de Drag King, se sumaban a la marcha travestidas con bigotes, barbas y ropas masculinas. “No entendíamos nada”, recuerdan.
Uno de los elementos que las caracterizaba respecto a otros colectivos de lesbianas era hacer activismo en euskera y poner en el centro de su discurso la opresión que sufre Euskal Herria. Esta perspectiva y su mirada joven de la realidad de Vitoria-Gasteiz fueron elementos centrales de su militancia. Formaron parte de la organización de actividades para el 17 de mayo, día contra la homolestransfobia y estuvieron en primera línea en las protestas que se organizaron en la ciudad por el despido de una mujer trans de su trabajo. Denuncian que en la prensa, tras la aparición de noticias sobre sus acciones, tuvieron que leer comentarios de lectores y lectoras que aludian a su forma de vestir para desprestigiar sus acciones políticas: “Había alguno que decía que teníamos que curarnos”, cuentan.
A falta de un cierre para Pikarrai, el lesbofeminismo sigue atravesando las vidas de sus integrantes, aunque de maneras distintas. Lo cierto es que sí echan de menos “un colectivo solo de bolleras, pero es difícil que funcione”, lamentan.
En su blog, sólo llegaron a poner dos entradas. Anunciaron su nacimiento el 28 de marzo de 2011 con este mensaje: “Gazteak, feministak, lesbianak, euskaldunak, etorkinak, ekologistak. Sexu askapenerako borrokan, feminismoarekin borrokan, demokrazia lortzeko borrokan. Atzo, gaur eta bihar, borrokan!” [“Jóvenes, feministas, lesbianas, vascas, migradas, ecologistas. En la lucha por la liberación sexual, en lucha feminista, en la lucha para lograr la democracia. Ayer, hoy y mañana, ¡en lucha”] En ello siguen, aquí y allá, en espacios feministas y mixtos, pero aportando siempre una mirada lésbica a tanta heterosexualidad impuesta, pique a quien pique.
*¿Qué te pica? Es una expresión que puede utilizarse como sinónimo de: ¿Qué te molesta? “Pikarrai aunque pique”, aunque moleste, aunque no guste.