En L'Hospitalet de Llobregat, tres feministas queer nos hacemos preguntas que ya estaban ahí antes de que naciéramos: ¿Cómo atravesar fronteras, transitar márgenes, cruzar límites y romper muros? ¿Cómo hacerlo desde la performance que es la vida?

Laura Corcuera

''Volar sin alas', performance de Begoña Grande, 2015. Foto: Álvaro Muñoz Ledo.

'Volar sin alas', performance de Begoña Grande, 2015. Foto: Álvaro Muñoz Ledo.

Estamos en Materic, L´Hospitalet de Llobregat. Es una antigua fábrica convertida en espacio de experimentación performática. El artista catalán Isil Sol Vil coordina el lugar, que fue inaugurado en noviembre de 2015 con la acción Volar sin alas de Begoña Grande y la videoperformance Dermis comunal- Transmutación de una epistemología colonial de Marina Barsy Janer.

Estxs tres performers son compañerxs muy cercanos de la práctica del performance. Nos conocemos desde hace años, nos queremos y a veces trabajamos juntxs. Antes de inaugurar Materic, Isil, Marina y Begoña participaron en un proyecto que dirigí entre Catalunya y Madrid: L'Encarnaciò /Embodiment of Science, junto a otrxs artistas como Ainoa Mela y Mónica Cofiño. Esta última performer que viene de la danza nos juntó a su vez en La Ola Flotante con el bloque asturiano de La Xata La Rifa. En 2016 Isil me invitó a Materic para dirigir el taller-laboratorio Fetiche Europa, donde 17 artistas entrenamos y probamos acciones durante una semana. Nos vamos cruzando como peces. Cada vez somos más.

“No violarás”. Flash de la acción Presencias de Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974). Trece acciones sobre el asesinato sistemático de las mujeres en Guatemala. Y el feminicidio que en 2017 sigue arrasando el mundo. En paralelo, en L'Hospitalet de Llobregat tres feministas queer nos hacemos preguntas que ya estaban ahí antes de que naciéramos: ¿Cómo atravesar fronteras, transitar márgenes, cruzar límites y romper muros? ¿Cómo hacerlo desde la performance que es la vida? Flash de las performances de la Pocha Nostra (EEUU). ¿Qué movimientos son necesarios? Isil, Marina y yo arrancamos el debate con el audio de Border Momevent (Grenzbewegung… / movimiento fronterizo…), acción que Barsy preparó para Rostock, Alemania.

Marina Barsy es puertorriqueña (San Juan, 1988). Vivió unos años en Reino Unido y ahora vive en Barcelona. Hace performance y también la estudia. En la ciudad condal ha terminado su tesis doctoral para la Universidad de Essex (UK) sobre colonialidad, fronteras y otredad en el arte de acción. Recuerdo su performance (De)Colonial, reconquista (2014) y su espalda tatuada con la palabra “colonia”. Pregunto: ¿Una acción puede mostrar de manera performativa los privilegios que un individuo o comunidad es incapaz de ver por sí misma? Marina me escribe “CORAZONAR LOS PENSAMIENTOS OTROS”. Esta lesbiana europea blanca universitaria ríe y llora en el ecuador de la Ruta de la Performance.

La palabra sin la acción es vacía, la acción sin la palabra es ciega, y la acción por fuera del espíritu de la comunidad es la muerte. –Pueblo Nasa, Colombia.

Y si no hay grieta, bueno, pues, a hacerla arañando, mordiendo, pateando, golpeando con manos y cabeza, con el cuerpo entero hasta conseguir hacerle a la historia esa herida que somos. –EZLN, Chiapas.

Dice la Barsy: “Los discursos de exotismo y otredad (que se desarrollan como miradas de monstruosidad y deshumanización de individuos y comunidades enteras) se imponen como espejos dicotómicos. Espejos del ser universal que el polémico Descartes nombró en el siglo XVII (1637, Discours de la méthode). Es decir, el pienso y luego existo, como hombre, blanco y occidental, un siglo después del genocidio masivo de personas y conocimientos, de la masacre de personas africanas (secuestro transatlántico para la esclavitud), de nativos de Abya Yala (territorio nombrado como ‘América’ en su colonización) y de las mujeres brujas (en Europa y Norteamérica)”.

Sigue la investigadora: “El inicio del colonialismo y de la modernidad –dos caras de la misma moneda como argumenta Enrique Dussel, entre otros– ha sembrado las bases de la segregación social actual. El intento de exterminar otras formas de vivir y entender la realidad vino con la imposición de maneras de ser patriarcales, racistas y protocapitalistas. Las relaciones con la tierra, los cuerpos, los espíritus y el ser comunal fueron condenados como comportamientos animales, no civilizados”.

Isil y yo respiramos. Sigue Marina: “El colonialismo interno que nos habita está cimentado en las divisiones de raza/género/clase, entre otras, que condicionan en jerarquías nuestras relaciones, nuestros cuerpos y nuestro ser en el mundo. Esta intersección de opresiones, o fronteras de la otredad, se encarna en nuestra forma (¿post?)moderna de relacionarnos. Así que esta frontera individualista-capitalista-racista- patriarcal no siempre estuvo ahí y hay que insistir en agrietarla. Todo y todxs tienen corazón (el ch’ulel para los Mayas) o energía vital (el ashé en pensamiento Yoruba y Pan-Yoruba). El amor descolonial implica volver a reexistir y revivir a través de un corazón rebelde que está en todo y todxs, al saber-sintiendo que el yo es nosotrxs en heterogénea multiplicidad comunal”. Cantamos: INDOMABLES.

Marina Barsy, Isil Sol Vil y yo compartimos una noción raíz de la performance. Por eso accionamos juntxs. Se trata de “descentrar” la línea. Posicionarse en el abismo. Reconstituirse continuamente (dice Marina). Auto-desahuciarse de posiciones asfixiantes. Amar. Saborearse volando. Reunir las partes con-para todxs. Acariciar las miradas de los Otrosunomismo. Dialogar en comunidades autónomas. Descolonizar el pensamiento y la emocionalidad. Cruzar océanos habitando los puntos medios... suspendidos en el sistema circulatorio del horizonte. “Incendiar el deseo, reconstituirlo y lamerlo”. Flash de Remedios Zafra y otras muchas teóricas.

“Ser habitado y habitar(se) (lxs). Impregnar de aullidos la luna que nos hace Planeta fértil. Sentir que el río también soy, mar, soy sol. ¿Soy existe? Sólo en relación. Latir el instante ancestral y progenitor. Por todas mis relaciones... y la co-creación continua de estos mundos otros”, concluye con poesía Marina Barsy.

Entonces, no necesitamos más que cuerpo y conciencia para performar un tiempo/espacio X. Apuntes para una Performance Pobre. Y hay diferencias entre performance y artes escénicas. Una sustancial es que la performance no necesita público.

Incluso así. La performance y el teatro son amantes vivas, se quieren y se nutren mutuamente. No hay oposición. Que no te engañen en Madrid. La investigadora Judit Vidiella dice que esta “re-territorialización de la performance ha llevado a una revalorización del estatus político del teatro (…) Ambos términos se han visto redefinidos uno en relación al otro”.

En Materic, Isil, Marina y yo hacemos acciones una detrás de otra. Mira mis ojos: aquí está mi pueblo, Café, El Jardín habitado, Hijos de Rosas, Pensar a través de las otras, El sadismo es un germen del capitalismo, BorderChingada, Morir no es matar... Y así hasta que los títulos o la imaginación o el cuerpo se cansen. No hay público. Tampoco hay objeto. La acción es efímera, aunque la registremos. Como la vida. Aquí en L´Hospitalet que no es Barcelona.

El 13 de octubre de 2008 Lucy Lippard llegaba al Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) para dar la conferencia Conceptualismo: ¿un arte inmaterial?. La artista y activista nacida en Nueva York en 1937 se refería a la performance como “la forma de desmaterialización del objeto del arte” y la vinculaba a los movimientos sociales sesentayochistas de todo el planeta. Y como la máquina arte de hacer burbujas financieras no termina de cascar, las prácticas y estéticas de la performance siguen hoy huyendo del “mercado del arte”, del “objeto de arte”, de la “obra de arte”, agrietando las estructuras misóginas, patriarcales y capitalistas intrínsecas al propio “sistema arte”. Nos vamos a dormir.